Armas de la guerra



Las armas de la Primera Guerra Mundial se caracterizaron por su gran poder destructivo, con la capacidad de causar gran número de bajas en poco tiempo. Ellas eran el derivado de la Segunda Revolución Industrial que había comenzado en la segunda mitad del siglo XIX. Estas nuevas armas forzaron a los generales a emplear nuevas tácticas militares para superar al enemigo en el campo de batalla.

Ametralladora:

Fue el arma que hizo la diferencia en la Primera Guerra Mundial. Debido a su gran poder de fuego la ametralladora sacó a la caballería del campo de batalla, forzando la guerra de movimiento de los primeros meses a una guerra fija de trinchera. Los ataques masivos frontales de caballería e infantería fueron inútiles ante esta nueva arma.


Granada de mano:

La granada de mano era un arma de la infantería, muy útil para operaciones de asalto contra nidos de ametralladoras y emplazamientos de piezas de artillería. Fue muy utilizada por ambos contrincantes, aunque los alemanes estaban más avanzados en el desarrollo de granadas de mano. Al comenzar la guerra disponían de más de 90.000 granadas listas para usar. La granada de palo alemana, Stielhandgranate M24, consistía de una carga explosiva encapsulada en un recipiente de metal redondo montado en un palo arrojadizo. Era segura, precisa, y cómoda para arrojar.


Fusiles:
Fue el arma principal de la infantería. Los fusiles utilizados en la Guerra eran de cerrojo accionado manualmente que habían sidos diseñados y fabricados a fines del siglo XIX, los cuales eran innovaciones de modelos anteriores. La calidad del acero utilizado era superior, de modo que sus piezas como asi también las estrías de sus cañones podían soportar las altas temperaturas de la nueva pólvora sin humo, la cordita. Las piezas también estaban bien trabajadas de modo que se podía accionar el perno y cerrojo con mayor número de veces por minuto.


Lanzallamas:

Era un arma utilizada para arrojar un chorro de fuego que funcionaba con combustible líquido. El lanzallamas era un arma portátil de la infantería empleado contra los emplazamientos de piezas de artillería, nidos de ametralladoras emplazadas en casamatas de hormigón, y contra la infantería cuando se asaltaba trincheras. El combustible líquido se alojaba en un recipiente cargado en un mochila por un infante; el mismo salía con mucha presión por una manguera en cuyo extremo se allaba un mecanismo disparador que liberaba y encendía el fluido. El primer uso del lanzallamas en la Primera Guerra Mundial tuvo lugar durante la Batalla de Verdun, el 26 de Febrero de 1916.


Tanques de Guerra:
El desarrollo del tanque en la Gran Guerra surgió de la necesidad de superar los obstáculos que hacían de este conflicto una guerra estática de trincheras, tales como el fuego de las ametralladoras, los alambres de púa, empalizadas, y las trincheras mismas. Los primeros en utilizar el tanque fueron los británicos con el tanque Mark I, el cual tuvo su bautismo de fuego en la Batalla del Somme.